Capítulo 23

-¿De qué quieres hablar Sandra?
-Pau te voy a pedir un favor, un gran favor.
-¿Qué te convierta en vampira?
-Sí, eres la única que podrá enseñarme todo. Creo que tendrás unas reglas que acepto sin oponerme.
-Vale, ya que ha sido voluntaria tu decisión de mortal a vampira creo que necesitas que te diga un par de cosas.
-Vale dímelas.
-Has de dejar de pensar en Adrián, te enseñaré todo durante el proceso de la transformación…
-Esas me las temía.
-Y esto es una petición más que otra cosa, cásate con Alex y ten hijos con él…
-¿Por?
-Porque lo he visto y si haces este ruego no peligrará tu petición.
-Me llevará mucho tiempo lo de tener los hijos de Alex, porque quiere 10.
-Veo que no has visto a toda la familia de Alex, él es el único que no tiene gemelo.
Sandra se quedó pensando y nos reímos cuando se dio cuenta de que era verdad.
-Y otra petición, coméntaselo a Alex y a su familia. Yo lo haré con la mía.
-No quiero que se entere Adrián, sino dirá que es por él.
-Él es una de las razones por las que me lo pides. Sólo se lo diré al Consejo han de saberlo.
-Vale, si es a ellos sí.
-Mejor que nos reunamos con el resto del grupo que quiero avisar a Rebe y a Cris.
Fuimos a dónde estaban y les pedí a las Inmortales que vinieran conmigo un momento sin antes decirles a las vampiras:
-Ir a mi casa para descansar, hay sangre en la nevera.
Nos alejamos un poco del grupo y les dije a las chicas:
-Espero que no os opongáis a una transformación voluntaria. Lo explicaré en casa. Ahora vayamos a dónde está Sandra.
No esperé contestación, fuimos dónde estaba Sandra.
Las vampiras se fueron antes del amanecer y dejaron llorando a Sandra.
-Rebe toma las llaves del coche y de la casa que yo me encargo de Sandra.
Las guié hacia el coche, hice pasar a Sandra que en cuanto me senté a su lado se puso a llorar otra vez hasta que se quedó dormida.
{-Os lo explico en casa que no quiero despertarla.}
Rebe y Cris asintieron, cuando llegamos a casa abrí la puerta del coche y saqué a Sandra.
Se estremeció al sentir mi duro pecho, pero no se despertó. Me abrieron la puerta de casa y la llevé a mi habitación.
Cuando fui al salón me senté en mi butaca favorita y dije:
-Hablemos bajo que no quiero despertarla.
-Vale. Que nos querías decir antes.- Dijo Rebe.
-Que habrá una transformación más… Pero esta vez es voluntaria y dentro de unos años.
-¿Quién va a ser?
-Pablo la persona que va ser transformada es Sandra y el vampiro quién la va a transformar seré yo.
-¿Se lo has dicho al resto de vampiros?
-No Fonso, porque ella quiere que sea un secreto. Sobre todo para los vampiros.
-¿Por qué un secreto?
-Porque no quiere que ninguno de los vampiros piense que es por él, Tiziano.
-Hablando de vampiros están todos arriba. ¿No lo habrán oído?
-No porque me aseguré de que no lo oyesen Cris.
Oí un corazón en el pasillo y supe que era Sandra, que entró en el salón y dijo:
-Ya os lo habrá dicho, de verdad no quiero que ningún vampiro que no sea Paula lo sepa así que no os vayáis de la lengua.
-En ese sentido somos unas tumbas Sandra.
-De acuerdo y gracias.
-Voy a ver cómo están los vampiros. Mientras estoy arriba preparaos. Que no hay que perder tiempo.
-A la orden mi capitana.
-Muy gracioso Pablo.
Subí arriba, al entrar en la habitación me encontré que los vampiros estaban viendo una película de vampiros.
-Que graciosa es esta película, no nos parecemos en nada en los vampiros que salen ahí.
-Ya David, porque esa visión es un poco romántica de los vampiros. Sobre todo si se trata de “Drácula de Bram Stoker”.
-¡Joder Paula! La próxima vez haz más ruido.
-¿Y vosotros os llamáis vampiros? Es broma, tovía os queda camino que recorrer.
-Vale. ¿Qué hacemos aquí?
-Pues os hice venir aquí para poneros unos hechizos para la boda.
-¿Vamos a la boda?
-Sí Adrián y es raro verte hablando en nombre de todos.
Mientras hablaba ya les había puesto los hechizos y estaba subiendo la persina, ya había quitado el tintado a la ventana.
-¿Qué haces?
-Estoy enseñándoos cómo me siento yo cada vez que salgo a la luz. Lo único que os pido es que no hagáis el estúpido. Poneros feos.
-¿Feos?
-Sí feos, porque no hay que destacar.
-A la orden mi capitana.
-Hacedme un favor, dejar de decirme eso.
-¿Cómo quieres que te llamemos? ¿Mamá?
-No seas tan gracioso Adrián. Llamadme cómo antes de ser vampiros, por mi nombre.
Se rieron cuando salí.
Después me enteré que lo habían planeado todo para hacerme de rabiar.