CAPÍTULO 24

Fuimos a la boda en dos coches, en uno iban Pablo, Alfonso y los vampiros y en otro íbamos el resto de Inmortales, Sandra y yo.
Al llegar les dije a todos que me esperasen en la entrada de la iglesia que tenía que arreglar un asunto.
Fui a la parte de atrás de la iglesia de San Pedro dónde me encontré a Alejandra esperándome.
-No deberías haber venido.
-¿Por qué? ¿Porque querías que no te quitásemos protagonismo?
-No porque sois los únicos a los que no puedo controlar de alguna forma.
-Anda llama a tu maestra.
-No hace falta porque estoy aquí.
-Muy bien. Pues entonces verás que le voy a quitar los poderes a tu alumna.
Sonreí porque ya se los había quitado cuando la había visto.
-Por favor no me los quites que es lo único que me puede salvar de la vida que voy a tener.
-Es tu elección casarte pero los poderes no es cosa de risa, y demasiado tarde ya te los quité. Ahora vete a terminar de arreglarte.
-Vale.
-¿Cómo te atreves?
-Me atrevo porque soy la mejor.
-No la mejor es Lola y ella dirá su sucesora en la asociación.
-Ya la nombró en la asociación. Y antes de que digas nada soy yo su sucesora.
Algo empezó a atar a Carla, que intentó luchar contra él pero no pudo.
-Y ahora te los quitaré ahora.
-No por favor que quiero ser la segunda mejor.
-No lo podrás ser porque hay otras por delante de ti. Chicos podéis venir ya.
Se acercaron los vampiros y la empezaron a rodear. El primero que dio un paso fue Adrián que me miró.
-Estos son los que están por delante de ti porque van a vivir eternamente como yo. Podéis.
Yo fui a reunirme con los Inmortales y con Sandra. No hicieron preguntas y en cuanto llegaron los vampiros entramos en la iglesia, la ceremonia fue un rollo y acabamos hablando mentalmente todos.
Tuve que ir diciéndole a Sandra lo que estábamos hablando.
Antes de que se diesen el beso los novios nos marchamos a dónde era la comida. Nosotros nos pusimos en una mesa alejada cerca de la puerta para que entrase un poco de aire.
Era por los vampiros bebés, para que no se abalancen sobre los invitados.
Entraron ya el resto de invitados y empezaron a beber demasiado.
Bueno si os digo la verdad esta situación la conocéis porque todos habéis ido a alguna boda.
Demasiada gente borracha y pesada rondando por nuestra mesa, casi Adrián se abalanza sobre uno que le tocó las narices a Sandra.
Aunque he de contar algo que pasó, hubo un momento en que sentí que había algo raro en el vino.
-No sigáis bebiendo.
-¿Por qué?
-Porque hay veneno. ¿Sandra que has estado bebiendo?
-Agua, sólo agua.
-Vale. Dejadme oleros para saber quién tiene el veneno.
Empecé a olerles y me paré en Pablo que es el que tenía más veneno en el cuerpo. Los vampiros lo estaban metabolizando y el resto de Inmortales no lo tenían.
-Pablo…¿Me puedes acompañar fuera?
-Sí, por supuesto.
Al salir llevé a Pablo a un lugar dónde no nos viesen. No pude volverme para decirle a Pablo.
-No te quiero hacer daño ni matarte Pablo.
-No me harás daño confío en ti Paula.
En un momento le mordí para sacarle el veneno, me concentré en eso. En sacarle el veneno pero mi instinto sobrevino y tuve que parar.
-¿Qué pasa Paula?
-Me tengo que ir.
Me fui corriendo lejos de allí. Y estuve caminando por Francia bastante tiempo y cuando creí que estaba lo suficientemente calmada me fui hacia mi casa.
Pero antes un olor me llamó la atención.
Era otro vampiro que estaba maltratando a una mujer.
-¿Qué te crees que estás haciendo?
-¿Paula?
-¿Sergio? Déjala ir y tómame a mí en su lugar.
-¿Qué haces aquí?
En ese momento la mujer escapó de las garras de Sergio, me dio las gracias cuando pasó a mi lado.
Yo cerré la puerta.
-Estoy dando una vuelta. ¿Y tú?
-Intentaba alimentarme pero creo que hice un buen cambio.
Se fue acercando a mí pero le hice retroceder hasta una silla en la que se sentó.
-¿Qué eres?
-Lo mismo que tú.
Le mordí e hice un hechizo para que su cuerpo no se disolviese. Invoqué al espíritu de Til, que si no me equivocaba había bebido un poco de la poción e iría a dónde hubiese un cuerpo libre.
Hubo un destello y luego el cuerpo de Sergio reaccionó ante la entrada del espíritu de Til. Se despertó y me abrazó.
-Til tranquilo que ahora tienes más fuerza que antes.
-¿De quién es este cuerpo?
-De alguien que conocía. De un vampiro.
-Vale. Me voy a por Adrián que estará dónde la boda de Alejandra y de Álvaro. ¿Te vienes?
-No, voy a casa que quiero estar sola un poco más.
-Vale.