Capítulo 19

-Pues prepararnos para la boda falsa de Alejandra y Álvaro. ¿Qué os parece chicos?
-Nos parece bien Pablo.- Contestaron todos
Al separarnos un poco de los vampiros Pablo me preguntó:
-¿Qué te pasa cariño?
-No me pasa nada importante sólo estaba pensando en el plazo que me había dado Adriático y me parece que no tenía fe en mí.
-Bueno… No pienses más en él y vayámonos a casa que quiero hacer unas cuantas cosas contigo antes de que Cris, Rebe y tú os vayáis a París.
-Si es lo que he visto en tu mente cuenta que lo haremos en cuanto nos despidamos de ellos.
-Lo comprenderán, tanto los humanos como los inmortales.
-En eso tienes razón… Pero el viaje lo vamos a hacer pasado mañana.
-Yo quiero tenerte para mí esta noche porque mañana vas a estar preparando todo para que no nos falte de nada durante tu ausencia.
-Como me conoces pillín.
Así pues Pablo y yo nos fuimos a casa para pasar la penúltima noche juntos en España antes del viaje a París. Cuando llegamos había dos hombres que estaban intentando entrar en la casa y Pablo ya se puso a la defensiva pero le frené justo a tiempo diciéndole en un susurro:
-Que la vampira soy yo no eres tú.
Al llegar a la altura de la casa Pablo dijo:
-¿Quiénes son ustedes?
-No importa quienes somos sino que buscamos a Paula Selene Aziza.
-Esa soy yo pero no hace falta que me maten porque no llegarán ni a rozarme…
-Somos buenos señorita y estamos preparados para todo.
-No para lo que soy yo porque no tuvieron ocasión de enfrentarse a uno como yo.
Y antes que pudieran responder me tiré a por ellos, les mordí con tal fiereza que bebí poca sangre. Pablo no pudo mirar así que se giró para no ver nada y en cuanto terminé e hice desaparecer los cuerpos me acerqué a él y le dije:
-Sé que de momento te es muy difícil verme hacer eso pero procuraré no hacerlo delante tuya.
-Te lo agradezco pero he de acostumbrarme a verte como lo eres y no como lo que dejaste de ser.
-Lo sé pero está en tu naturaleza y en la del resto de Inmortales…
-Menos en Rebeca.
-Ya lo sé, es la excepción. Vosotros juzgáis, los vampiros ejecutamos.
-Y si es un vampiro de los que creaste lo ejecutas tú.
Asentí ante lo obvio de la afirmación de Pablo, tras esta ejecución entramos en casa. Preparé alguna cosa para Alfonso, Rebeca, Cris y Tiziano que irían al terminar la fiesta.
Cuando entré en la habitación vi a Pablo dentro de la cama esperándome con una sonrisa picarona, me quité la ropa, me metí dentro de la cama e hicimos el amor durante toda la noche.
Esto no se lo dije a Pablo en aquel momento ni en ningún otro pero es mejor amante que Fonso, porque me daba lo que quería sin decirlo ni pensarlo tan siquiera.
A la mañana siguiente me levanté temprano para preparar los desayunos de todos los que estábamos en la casa y cuando entré en la cocina me encontré con Rebe y con Cris que me dijeron:
-Buenos días. ¿Qué tal la noche?
-Muy bien. ¿Y las vuestras?
-¿Café?- Me ofreció Rebe, asentí.- La mía muy apasionada.
-Fabulosa.
Rebe me pasó una taza de café recién hecho y empezamos a hablar de lo que íbamos a hacer al día siguiente en París.
-Al final vamos nosotras tres. ¿Y el vestido de novia de Alex?- Me preguntó Rebe.
-Para Cris. Tiene una ventaja… Que el color es marfil y nadie más que nosotras tres sabremos que es un vestido de novia.
-¿Lo tenías pensado?
-No… Lo había visto en una visión y no es coña.
En ese momento entraron en la cocina los chicos y se sirvieron una taza de café para seguir con la conversación que teníamos las chicas.
Preparé lo que necesitaban los chicos para hacer la fiesta en la casa en mi ausencia y empecé a llamar a la gente para que fueran a la casa para la última fiesta que iba a tener antes de irme a Escocia.
Esa es la excusa oficial que había puesta que debía ir mañana para preparar todo para mi estancia allí y debían acompañarme Rebe y Cris.
Cuando Alex llegó requirió mi presencia para hablar y fuimos a hablar a la cocina:
-¿Qué te pasa Alex?
-Creo que me porté muy mal contigo y quisiera pedirte perdón.
-No sé si perdonarte pero ya lo pensaré.
Salimos de la cocina y en ese momento llegaban Alejandro y Sandra que traían un presente.
-Rebe, Cris, Pau… Este presente es para vosotras tres de parte de mi familia. Aunque también para vuestros chicos.
Abrimos el regalo y eran las fotos de cuatro cunas, dos azules y dos rosas. En cada foto había escrito nuestros nombres, todos estaban intentando mirar lo que eran pero sólo los inmortales veían algo.
-No sabemos lo que son, o por lo menos yo.
-Alex son cunas, dales las gracias a tu familia por este presente tan especial.
{-¿Qué quiere decir exactamente?}- Preguntaron a la vez las chicas.
{-Que vamos a tener descendencia. Rebe un niño y Cris una niña.}
{-Y tú gemelos.}-Sentenció Cris.
Los humanos como no se enteraban de nada siguieron con la fiesta y tras este emotivo episodio los inmortales nos unimos a ellos para celebrar la noticia.
Al cabo de dos horas salimos de la casa y fuimos a Gijón para seguir con la fiesta.