-Respondiendo a tu pregunta, es que las mujeres de tu familia son muy especiales desde hace generaciones…
-¿Me estás diciendo que las mujeres de mi familia van a ser vuestro alimento?
-No, lo que estoy diciendo que tu familia es una de las pocas familias que conocen toda la historia de mis antepasados y todavía siguen vivos. Ellas me ayudaran a liberarme de los vampiros que he creado si no lo consigo por mí misma.
-No lo entiendo.
-Te lo explico más despacio, ahora mismo todos los vampiros y yo tenemos una unión muy difícil de explicar. Por ejemplo, si matan a uno de nosotros el resto lo sentimos. Pero después de la liberación…
-No lo sentirás como si lo hicieran ahora.
-Exacto, no en tanta medida pero lo sentiré porque nos unirá una amistad. Por cierto las mujeres de tu familia me han dado un plazo.
-¿Cuál es?
-El día de tu boda, espero que sea antes de ese plazo porque nos va doler a todos.
-¿Por qué?
-Porque cuanto más tarde lo haga los lazos serán más fuertes y no lo podré hacer por mí misma. Por cierto te tengo que decir algo.- Esperé a que dijera algo.- Debes contarle todo lo que sabes sobre mí a Sandra.
-¿De verdad quieres que le cuente todo a Sandra?
-De verdad que lo quiero, inclusive que soy una…
Abrieron la puerta de un golpe y una voz dijo:
-¿Venís a beber o qué?
-Ya vamos Sandra. Aunque pensándolo mejor vosotros os quedáis aquí hablando que yo me voy a beber.
Sandra se acercó a su prometido y se besaron apasionadamente. Carraspeé y les hice un gesto con la cabeza indicando de que me iba.
-Ni se te ocurra irte Paula porque no hemos terminado de hablar.
-Alex ahora tienes cosas en las que pensar más que en eso. Están los temas que te acabo de mencionar.
-¿Qué temas?
-Paula en el que me acabas de mencionar recientemente mejor que te quedes. Sandra siéntate aquí.
Sandra y yo estábamos en sitios diferentes pero era la segunda vez que las dos oíamos a un hombre hablar en esa habitación. Alejandro suspiró y al final dijo:
-Sandra he de confesarte algo relacionado con Paula.
-¿Lo que me dijiste ayer por la noche?- Preguntó la aludida mirandome.
-Sí, es eso mismo. Es que ayer le dije que te lo tenía que preguntar todo sobre mí, y cuando digo todo es todo.
-¿No notas algo extraño en ella cariño? Di lo primero que se te venga a la cabeza, después de mirarla.
Sandra primero negó pero luego se fijo más y al final dijo:
-Es como Adrián, no tiene ninguna arruga.
-¿Sabe lo que es Adrián?- Preguntó Alex algo desconcertado.
-Lo descubrió ayer por la noche antes de hablar conmigo.
-De acuerdo. Sandra en realidad Adrián es un bebe, vampiricamente hablando, y no es tan fuerte como para crear a nadie.
-¿Qué? Más despacio por favor.
-Tiene poco tiempo.
-¿En comparación con quién?
-Conmigo Sandra. Yo tengo año y medio de experiencia y eso me convierte en una experta en estos temas.
-Espera un momento. ¿Me estás diciendo que eres una vampira?
-Eso mismo, te asombrará lo que hay ahí afuera. Lo que te asombra es verme de día a la luz del Sol y tiene su porqué, pero prefiero más mostrártelo que explicártelo.
-No le tengas miedo, ella puede controlar su sed de sangre.- La tranquilizo Alejandro poniendo sus manos sobre sus hombros.- Dale las manos.
Sandra me dio las manos y le mostré todo lo que tenía había pasado desde aquella Nochevieja en la que habíamos quedado, al terminar de mostrárselo me dijo:
-Has hecho grandes sacrificios para llegar a dónde estas ahora, incluyendo a Adrián. Y has aprendido mucho también de esos sacrificios.
-Lo hice para no hacer daño a nadie que quería y respetaba mientras fuera una simple neófita…
-¿Neófita?
-Un bebe vampiro. Pero ahora he creado a otros como yo, los reconocerás por sus ojos mates y sus caras sin arrugas y que parecen enfermos. Pero no lo están tenlo en cuenta.
-A ti te brillan los ojos.
-Mitad es porque ya tengo una cierta edad en este mundo como lo que soy, y la otra parte es porque tengo sed de sangre.
-¿Hace cuánto que no bebes?
-¿Están incluidas las transformaciones Alejandro?
-No por supuesto que no.
-Pues desde el día que murió Belén, es decir, la primera noche que pisé Gijón.
-¿Mataste tú a Belén? Y… ¿Eso es mucho tiempo?
-Sí a ambas preguntas Sandra, pero a la primera hay que añadir que también fue Adrián.
-Te ofrezco mi sangre Paula y así me cuentas lo de Adrián.
-Lo de Adrián fue una pura rutina de aprendizaje. Y lo de aceptar tu sangre no sé yo.
-Por lo menos hasta que bajemos a Gijón.
-De acuerdo Sandra, pero Alejandro está de testigo para que no digas que te lo hice cuando estabas despistada.
Alejandro asintió, Sandra extendió su brazo derecho, yo me arrodillé a su lado y se lo cogí sin vacilación le hice un pequeño corte del cual salió sangre y yo empecé a beber.
Cuando bebí lo suficiente como para resistir hasta que bajásemos a Gijón me separé, miré a Alejandro y luego a Sandra que me preguntó:
-¿Tienes un cigarro?
-¿Te gustó de verdad?
-Joder es mejor que un polvo con un tío en un sitio peligroso.
Empecé a reírme de lo lindo pero Alejandro y Sandra me miraron con cara extraña. Les dije entre risas:
-Os lo explico ahora a ambos en cuanto tenga más aire.
-Respira tranquila Paula.
-Los vampiros no necesitan aire, lo dice de forma figurada.- Aclaró Alejandro.
Sandra asintió asombrada y yo me terminé de reír a gusto.
-Bien, ahora puedo hablar. Lo que has sentido Sandra es lo mismo pero aumentado 10 veces.
-Pues pásame ese cigarro ya.
-Toma anda que si no lo fumas no estás contenta.
Le tendí un cigarro y cogí uno para mí. Alejandro se removió y yo le miré, Sandra hizo lo mismo.
-Gracias. ¿Por qué te coges uno?
-Yo me voy de aquí, me voy a mi casa.
Alejandro se fue sin decir nada más, Sandra le miró mientras se iba.
-Antes de que preguntes, se va porque no soporta que yo fume.
-Joder.
-Y respondiendo a tu pregunta, cogí uno porque tu sangre es una de las mejores que he probado. Espera que te cure esa herida antes de que los demás vampiros se vuelvan locos.
-¿Eso es un cumplido? Te pillo el mechero y gracias por curarme la herida.
-De nada y vale, está ahí en esa mesita.- Le señalé dónde estaba y ella lo cogió.
Yo fui a buscar el botiquín y estuve revolviendo hasta encontrar el agua oxigenada, al cogerlo le dije a Sandra:
-Venga pregunta todo lo que quieras.
-¿Por qué a Alex no le gusta que fumes?
-Porque me hace parecer más humana. Enciéndeme el mío por favor.
Le pasé mi cigarro, me lo encendió y me lo puso en la boca otra vez.
-Te va a escocer un poco pero es necesario.- Le eché el agua oxigenada y ella dio un grito ahogado.- Tranquila es necesario porque sino el veneno de mi saliva te puede convertir.
-¿Más humana?
-Es que en sus leyendas soy una diosa, pero soy más humana que diosa.
-Como Hércules.
-Sí para entendernos, pero estás en lo cierto. Pero tranquila la saliva que entre por otra parte, como la boca, se la mata fumando y bebiendo.
-¿Me puedo quedar embarazada de un vampiro?
-Ahora mismo no, ya que necesita del esperma humano para llegar al óvulo así que tranquila. Venga haz las preguntas que quieras.
Sandra me sonrió y cogió aire para hacerme la pregunta que le rondaba por la cabeza:
-Cuando fuimos a la tienda de Lola… ¿Para qué fue exactamente?
-Primero porque no quería quedarme de Adrián, no me tocaba a mí. Y segundo porque debía de pasar lo que pasó. Todo a su tiempo.
-De acuerdo. Entonces no tengo más preguntas, creo.
Miré a Sandra con ojos que le hice recapacitar.
-De acuerdo, tengo algunas que otras preguntas. ¿Cómo serán los híbridos?
-Eres la primera que me lo pregunta así. Pues va a ser gemelos y serán hermosos como el padre vampiro, pero no vivirán eternamente como él en ese se parecerán a ti y a Alex. Tendrán lo mejor de ambos mundos sin la sed de sangre.
-Es interesante saberlo. ¿Has dicho gemelos?- Asentí.- Por eso has dicho en aquella ocasión que iban a ser 10, porque van a ser pares.
-Exacto, pero en la familia de Alex es muy normal que se den casos de gemelos como ya has visto.
-¿Y si quisiera que vivieran eternamente?
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