Capítulo 5

Se marchó sin mediar más palabras, las que estaban conmigo en ese momento me preguntaron si era él ese traidor a lo que respondía que sí. Cogimos el coche para ir hasta el Yelmo Cineplex, aparqué el coche y fuimos directas al Pans para comer, estuvimos haciendo tiempo mientras esperábamos que llegase la hora del cine y sacamos las entradas para ver una película romántica. Tras el cine fuimos a tomar algo al turco que había allí hasta que decidimos irnos a cada uno a su casa, en el caso de Rebeca, Til y mío fuimos al hotel.
Eran cerca de las 8 cuando llegamos al hotel, nos encontramos a Gabriel en la entrada le hice pasar y a Rebeca y a Til les dije:
{-Entrad después de Gabriel y de mí.}
{-Vale pero que vas a hacer.}
{-Ya lo veréis.}
Subimos a la habitación, abrí la puerta e hice pasar a Gabriel antes, cuando estaba a la altura del baño una fuerza le cogió, yo sabía que era Adrián el que le había cogido y le quité los hechizos. Hice pasar a los otros dos para que no se quedaran fuera, yo entré en el baño para que Adrián no le hiciera mucho daño.
-Has hecho daño a alguien que yo quiero así que no te saldrás con la tuya tío.- Se abalanzó sobre Gabriel.
-¡Alto! No debes de hacerle ningún daño, aún.
-¿Qué llevas en esa mano Paula?
-Una aguja para sacarte sangre Gabriel, la necesito para hacer algo que no comprenderías. Adrián sujétale por el brazo, que se vea una vena.
Adrián hizo lo que yo le dije, le saqué sangre y le di a Til la aguja para que la mezclara con la poción. Tras soltarle Adrián intentó morderle y le dije:
-Ni se te ocurra Adrián, no lo vas a probar.
-¿Por qué? Huele tan bien.
-No sigas por favor.
-Gracias Paula por haberle parado.
-Lo he parado porque he de ser yo quién acabe con tu vida.
Me abalancé sobre el cuello de Gabriel, el cuál intentó luchar para quitarme de encima pero no pudo. Adrián intentó beber pero ya no quedaba sangre en el cuerpo, hice desaparecer el cuerpo y salí del baño dejando abierta la puerta para que Adrián pudiera matar a Til.
Cuando salí coloqué en el sitio exacto a Til y a Rebeca, que ambos estaban impacientes para beber la poción, vi a Til nervioso y le dije:
-Tranquilo, empezad a beber en 3, 2, 1…
Les hice una seña y empezaron a beber, Adrián salió del baño en cuanto les di la orden. Lo que me hizo mirar para otra parte, pero apuré a Rebeca para que Adrián no la mordiese.
-Adrián no bebas más, si quieres morir adelante te dejo vía libre.
-Aunque quiera no puedo hacerlo.
-Porque te estoy parando yo. Le has destrozado la zona por dónde beber.
-Quiero más, así que ya sabéis chicas. Vosotras sois mi alimento.
-No me hagas reír. A Rebeca no la puedes tocar porque se ha bebido toda la poción y a mí porque soy tu creadora. ¿Creías que eras el primero de tu especie?
-Pues claro que sí.
-Vayámonos a la yoca que os quiero enseñar como utilizar vuestros poderes. No me mires así Rebeca porque tú también tienes poderes.
Bajamos a la recepción, pagué las dos habitaciones, cogimos el coche y nos fuimos a la yoca. Les conté todo lo que pude sobre los vampiros antiguos y su muerte.
-Espera Paula. ¿Nos estás diciendo que tú eres la descendiente viva de la primera vampira?
-Eso mismo os estoy diciendo pero con la diferencia de que yo no soy tan débil.
-Porque eres su evolución. ¿No? –Dijo dudosa Rebeca.
En ese momento apareció Adriático en el coche y todos nos asustamos. Nos explicó lo que queríamos saber sobre la primera, cuando llegamos a donde la yoca Adriático desapareció.
-Bueno esto siempre lo hace pero te acostumbras. Sentaos aquí a los pies de la madre del inmigrante que vamos a empezar el entrenamiento.
Nos sentamos, les expliqué lo que íbamos a hacer y empezamos a conectar todos nuestros sentidos al mundo, pasados 5 minutos abrimos los ojos y los dos vieron un mundo nuevo con colores y formas que antes no habían visto. Sentí el móvil vibrar, lo cogí y vi que era Lucía.
-Hola loco de la pradera. ¿Qué quieres Esteban?
[-¿Cómo sabes que era yo si no he empezado a hablar?]
-No lo sabía Esteban. Es broma, sí lo sabía por la forma de respirar que tienes. Lucía respira de otra forma; repito la pregunta. ¿Qué quieres?
[-Queríamos quedar contigo en la yoca porque Sandra está algo mal.]
-Ya estoy aquí y dile que le tengo una sorpresa.
[-Vale.]
Colgué el teléfono y me preguntaron:
-¿Qué pasa Paula?
-Que viene hacia aquí el grupo entero.
-No me pueden ver de esta forma.
-Tranquilo Adrián que a mí me lleváis viendo así desde hace un año y medio, y todavía no se han dado cuenta.
-¿Qué?
-No te extrañes tanto Adrián y esperemos a que vengan los demás y verás que no se darán ni cuenta.
Esperamos a que llegasen los demás, que al llegar saludaron a Adrián y se sentaron a ver un poco el paisaje que se veía desde allí. Sandra y Adrián se alejaron lo suficiente para que el resto no los oyese, mientras ellos hablaban apareció Lola con Alejandro.
-Hola Lola. ¿Qué pasa?
-Necesito que me hagas un favor, tienes que cuidar de mi hijo. Alex vete con los amigos de Paula para que yo pueda hablar con ella a solas.
-Vale pero quiero saber todo lo que habléis después.
-Chicas y chicos este es Alejandro.- En ese momento llegaron Sandra y Adrián.- Mejor que os presentéis vosotros.
-Empecemos por los chicos que somos pocos. Somos Esteban, Tomás, David, Adrián y yo soy Álvaro.
-Las chicas somos: Lucía, Ángela, Silvia, Aurora, Rebeca, Saray, Irene, Alexandra y yo soy Sandra.
-Encantado de conoceros.
-Falto yo, soy Belén.
-Nosotras dos nos vamos a hablar algo lejos del grupo.
Alejandro sonrió porque sabía quién era y como era Belén, no quería relacionarse con ella. Lola y yo nos fuimos alejando del grupo.
-Creo que estamos lo suficientemente lejos para hablar.
-¿Qué quieres Lola? Porque para que me pidas que cuide de tu hijo es bastante duro.
-Corremos peligro por parte de Gabriel. No te conté algo que deberías haber sabido.
-Lola temo lo que me digas. Déjame que lo sienta.
Conecté con Lola y vi lo que debía de saber, lo que me asustó ya que también vi que debía de matarla para poder liberar a su hijo de ese espíritu.
-Lola. ¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Porque no quería que mi hijo lo supiera.
-Si se lo buscó él mismo, me refiero a Gabriel no a tu hijo.
-Ya lo sé y como ya sabes has de matarme. Hazlo ahora que no nos ven ni tus amigos ni mi hijo.
-Espera, que quiero que veas con quién se va a casar con tu hijo.
-Ya la he visto, y también he visto algo que no me gusta.
Vi lo que había visto ella y comprendí.
En ese momento mordí a Lola en el cuello hasta que no le quedó nada de sangre, vi el espíritu de Lola y en el preciso momento apareció el de Gabriel que arremetió contra Lola que desapareció, Gabriel intentó atacarme pero no pudo porque le dije:
-No podrás contra mí, soy una no muerta...
-Si eres una no muerte puedo contra ti.
-Pero también soy una no viva, estoy entre los dos mundos. Recuerda lo que pasó en el hotel, te maté yo.
-Por eso tienes que pagar. No había llegado mi momento.
-Si había llegado tu hora y no voy a pagar por nadie.
-¡PAGARÁS POR LAS MUERTES QUE HAS PRODUCIDO!
-No pagaré porque todos los que he matado han ido a donde les corresponde, menos tú que te aferras a algo que nunca fue real. Un amor no te había pertenecido.
-Si me había pertenecido porque había creído en él después de haber cortado. Si no eres mía no serás de nadie.
-¡YO NO SOY DE NADIE! ¡ME PERTENEZCO A MÍ SOLO!
-Es la primera vez que te veo tan cabreada.
-Soy una vampira que está por encima de ti porque soy una DIOSA.
En ese momento Gabriel gritó de dolor y desapareció, tras la desaparición de Gabriel apareció Lola que parecía más joven y que me dijo:
-Gracias, me había vencido con su odio. Tú lo venciste gracias a que te has impuesto como la diosa que eres. Kara era una diosa muy glorificada por sus poderes, tú debías de reclamar ese titulo ante el mundo de los espíritus y lo has hecho.
-Sigo sin entender porque yo.
-Que te lo explique Adriático cuando lo veas. Y por último protege a los descendientes de mi sangre.
Lola desapareció, yo me dirigí hacia donde estaba el resto que nada más llegar me preguntaron:
-¿Dónde está Lola?
-Alex tengo que hablar contigo un momento.
-Me imagino que me quieres decir, prefiero vivir en la ignorancia que saber lo que te dijo mi madre.
-Cuándo quieras me pides que te lo explique.
Nos fuimos de marcha, llevé a algunos en mi coche y otros fueron andando hasta Cimadevilla, por supuesto los que íbamos en coche llegamos antes que los demás. Cuando llegaron nos fuimos de fiesta por ahí hasta que Belén nos dijo:
-Me tengo que ir a casa.
-Espera que te llevo yo. {Es una presa fácil y además nos la podemos quitar de encima}
-Voy con vosotras, necesitaréis a un hombre para que os proteja de cualquier peligro. {Nadie va a salvar a Belén de nosotros dos.}
Yo sonreí a Adrián.
Hay que decir que Belén sólo bebió agua pero en defensa de Adrián y mía queríamos quitarla del medio.
Nos fuimos en coche hasta la casa de Belén que no paraba de hablar de su vida, y ya que no era interesante Adrián y yo nos pusimos a hablar:
{-¿A qué estás jugando? Es que ni me acuerdo de los juegos que he metido en el coche.}
{-Creo que es una versión nueva del DOOM. A mí lo que me interesa es el juego de cazar.}
{-Te explico, hay tres tipos de presas. La primera la que huye y se le acelera el corazón, se cansan muy rápido y con la ventaja de que no se mueven mientras les muerdes.}
{-Muy interesante sigue con los otros dos.}
{-El segundo tipo son como Belén que confían en ti. No luchan ni se les acelera el corazón, son los mejores porque puedes beber tranquilamente. Y el tercer tipo es bastante fácil también porque es con el juego de la seducción.}
{-¿El juego de la seducción?}
No puede contestar a Adrián porque nos sacó de nuestra conversación tres palabras que dijo Belén:
-Ya hemos llegado.